Mandar un telegrama de renuncia puede llegar a ser el sentimiento más emocionante nunca antes vivido. Cosa liberadora es renunciar, pero también reírnos de todas esas experiencias que algún día nos hicieron tan mal. Así que amigue, ya fue renunciá.
Mandar un telegrama de renuncia puede llegar a ser el sentimiento más emocionante nunca antes vivido. Cosa liberadora es renunciar, pero también reírnos de todas esas experiencias que algún día nos hicieron tan mal. Así que amigue, ya fue renunciá.