Cuando nos enfrentamos al diagnóstico de Cáncer, tenemos como siempre dos opciones. Hablar y compartirlo con los que amamos y nos aman, o definitivamente callar, y vivirlo y padecerlo solos. Ninguna opción es mejor o peor que la otra. Ninguna opción es acertada y la otra errada. Y cada una de las opciones, tiene cosas a favor y en contra. Mi opción fue abrirme, soltar mi dolor, angustia, miedos cuando hablaba, cuando contaba que me pasaba, mi lección aprendida con este ejercicio es lo que quiero compartir hoy contigo.