El rápido avance de las tecnologías de IA ha incrementado drásticamente la demanda de energía, particularmente para modelos a gran escala como el GPT-3 de OpenAI, requiriendo vasto poder computacional y exacerbando las infraestructuras energéticas existentes. Los sistemas energéticos tradicionales, predominantemente basados en combustibles fósiles, son inadecuados e insostenibles ambientalmente. La integración de energía nuclear y solar ofrece una solución prometedora, proporcionando energía estable y escalable. Sin embargo, navegar por los desafíos regulatorios es crucial para su implementación. Empresas líderes como Google y Microsoft están alineándose con energía renovable para asegurar que el crecimiento de la IA sea ambientalmente sostenible. La colaboración entre industrias y políticas sólidas son esenciales para fomentar la innovación y la transición hacia un futuro energético sostenible en IA.