Ser una víctima de la moda no es divertido, recibimos muchos estímulos del exterior que nos presionan a estar siempre en tendencia con lo último de lo último y si es lujoso y caro mucho mejor. Esos estímulos nos afectan a todos, pero podemos escoger amarnos y respetar nuestra individualidad. Y no caer en depresión por no estar a la moda. Es mejor tener estilo que estar siempre en tendencia. Y tú, ¿Eres una víctima de la moda?