En la biblia cuando se habla de “morir” muchas veces no se refiere a una muerte física pero más bien a las áreas de nuestra vida que tenemos que rendirle a Dios y que nos separan de sus planes. El sufrimiento no siempre es negativo, y muchas veces es necesario para que lo mejor de nosotros pueda surgir. Hay propósito en las temporadas dolorosas.