Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, somos libres de la esclavitud del pecado; pero sino aceptamos el señorío de Cristo esa libertad se puede convertir en libertinaje...
Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, somos libres de la esclavitud del pecado; pero sino aceptamos el señorío de Cristo esa libertad se puede convertir en libertinaje...