Estad quietos, y conoced que yo soy Dios. Es un mandato de Dios, aunque desde pequeño se nos hace difícil estar tranquilos. Es mejor obedecer nuestro Padre Celestial y dejar que El pelee por nosotros.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios. Es un mandato de Dios, aunque desde pequeño se nos hace difícil estar tranquilos. Es mejor obedecer nuestro Padre Celestial y dejar que El pelee por nosotros.