Este post es una continuación del que publiqué hace un tiempo, titulado: ¿Existen las almas errantes o perdidas?, y tiene mucho valor porque, en primer lugar responde a la pregunta que hace de título al post. Ya lo creo que existen y vaya que si existen. Lo que era un tema de una tesis mas o menos especulativa del sacerdote exorcista, José Antonio Fortea, es ya una realidad constatada por sacerdotes españoles que actualmente ejercen su ministerio.