Cuando mis amigas venían a mi casa a dormir o yo iba a dormir a la de ellas, nos quedábamos conversando hasta tarde. En esos momentos, en voz baja y con las luces ya apagadas, surgían los temas más íntimos.
Cuando mis amigas venían a mi casa a dormir o yo iba a dormir a la de ellas, nos quedábamos conversando hasta tarde. En esos momentos, en voz baja y con las luces ya apagadas, surgían los temas más íntimos.