Toda esta historia se remonta a los días de un rey llamado Asuero gobernador de Persia. Quizás lo conozcas como Jerjes, el rey calvo con muchos piercings y gargantillas de oro de la película 300.
Recuerda del libro de Daniel, debido a la constante rebelión contra el Señor, los judíos fueron conquistados y llevados como exiliados a la tierra pagana de Babilonia. Finalmente Babilonia fue conquistada por los persas.
Unos cuantos reyes más tarde, Jerses consiguió su momento al bate. Esto sitúa los acontecimientos de Ester sobre 100 años después de que Daniel y unos cuantos judíos permanecieran valientemente en Babilonia.
Muchos de los judíos habían regresado a Jerusalén para comenzar la reconstrucción, pero muchos permanecían exiliados en una cultura opuesta al Señor.
Se siente familiar, ¿verdad? Al igual que Ester y los judíos que viven en Susa, el pueblo de Dios hoy vive detrás de las líneas enemigas. Esto hace que el libro de Ester exija nuestra atención. Cuando parece que Dios no está presente/activo… Ester nos dice que sí lo está.
El capítulo 1 nos cuenta que Jerjes organizó una fiesta durante 180 días e invitó a todas las celebridades del reino para que pudieran disfrutar de su grandeza.
La mayoría de los historiadores creen que esta habría sido una época llena de festividades casi todos los días, muy parecida a los Juegos Olímpicos o la época navideña.
Como sabes, toda buena fiesta necesita una fiesta posterior. Así que el rey lo retrasó una semana más. Pero esta vez invitó a toda la ciudad, “grandes y pequeñas”, incluso los campesinos recibieron una invitación.
El escritor tiene cuidado de señalar la extensión de sus posesiones. Desde las cortinas que colgaban en el patio hasta los sofás dorados, el patio deslumbrante y sus copas llenas de vino, Jerjes mostró su riqueza para que todos la vieran.
Toda esta historia se remonta a los días de un rey llamado Asuero gobernador de Persia. Quizás lo conozcas como Jerjes, el rey calvo con muchos piercings y gargantillas de oro de la película 300.
Recuerda del libro de Daniel, debido a la constante rebelión contra el Señor, los judíos fueron conquistados y llevados como exiliados a la tierra pagana de Babilonia. Finalmente Babilonia fue conquistada por los persas.
Unos cuantos reyes más tarde, Jerses consiguió su momento al bate. Esto sitúa los acontecimientos de Ester sobre 100 años después de que Daniel y unos cuantos judíos permanecieran valientemente en Babilonia.
Muchos de los judíos habían regresado a Jerusalén para comenzar la reconstrucción, pero muchos permanecían exiliados en una cultura opuesta al Señor.
Se siente familiar, ¿verdad? Al igual que Ester y los judíos que viven en Susa, el pueblo de Dios hoy vive detrás de las líneas enemigas. Esto hace que el libro de Ester exija nuestra atención. Cuando parece que Dios no está presente/activo… Ester nos dice que sí lo está.
El capítulo 1 nos cuenta que Jerjes organizó una fiesta durante 180 días e invitó a todas las celebridades del reino para que pudieran disfrutar de su grandeza.
La mayoría de los historiadores creen que esta habría sido una época llena de festividades casi todos los días, muy parecida a los Juegos Olímpicos o la época navideña.
Como sabes, toda buena fiesta necesita una fiesta posterior. Así que el rey lo retrasó una semana más. Pero esta vez invitó a toda la ciudad, “grandes y pequeñas”, incluso los campesinos recibieron una invitación.
El escritor tiene cuidado de señalar la extensión de sus posesiones. Desde las cortinas que colgaban en el patio hasta los sofás dorados, el patio deslumbrante y sus copas llenas de vino, Jerjes mostró su riqueza para que todos la vieran.