A pesar de los nuevos y turbulentos tiempos, Europa en el fondo está haciendo esfuerzos por mantener una manera de entender el mundo, la sociedad, la cultura, la democracia y las relaciones entre bloques. En definitiva, la forma de ser europea. Y si hay un producto que represente casi como ningún otro esa cultura, es el vino. Ahora por los cambios en el consumo que han hecho caer la demanda, las exigencias climáticas y por los aranceles, atraviesa una época difícil y Bruselas lanza un cable al sector en forma de paquete de medidas.

La Comisión Europea propone flexibilizar normas y limitaciones, permitiendo el arranque de vides no deseadas para evitar excedentes de producción. Por otro lado, el presupuesto comunitario financiará en un 80 % las medidas encaminadas a la reducción de los efectos del cambio climático y también promoverá productos innovadores para atraer a nuevos consumidores, como vinos de menor graduación alcohólica o con 0 alcohol. ¿Servirán estas medidas para relanzar el sector del vino? Se lo preguntaremos a Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del Comité Europeo de las Empresas del Vino, que es el equivalente a la patronal del vino europeo.

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