Este pasaje bíblico, presentado como el Evangelio del día de Lucas (6, 27-38), se centra en las enseñanzas radicales de Jesús sobre el amor incondicional. Se subraya la importancia de amar a los enemigos, hacer el bien a quienes nos odian y perdonar sin límites, rompiendo el ciclo de la venganza. La reflexión de Fray Anselmo interpreta estas directrices como el núcleo del discipulado cristiano, enfatizando que no es un sentimentalismo, sino una elección consciente que emana de la misericordia divina. Además, se incluyen datos curiosos que contextualizan el "Sermón de la Llanura", la "Regla de Oro" y los gestos simbólicos, mientras que las sugerencias prácticas invitan a los lectores a aplicar estas enseñanzas en su vida diaria a través de la oración y actos de generosidad.