Este fragmento es una reflexión espiritual sobre un pasaje del Evangelio de Lucas, donde Jesús responde a la amenaza de Herodes con absoluta soberanía y valentía. El texto subraya el contraste entre el poder insignificante del gobernante, a quien Jesús llama "ese zorro," y la misión divina ineludible de Cristo, quien afirma que continuará su obra de sanación hasta el "tercer día," haciendo una referencia clara a su Resurrección. Un tema central es la profunda ternura y lamento maternal de Jesús por Jerusalén, a quien compara con una gallina que desea reunir a sus polluelos bajo sus alas, destacando que el verdadero drama no es la falta de protección de Dios, sino la negativa humana a ser rescatado. Finalmente, el análisis ofrece datos interesantes sobre el simbolismo de llamar a Herodes "zorro" como un insulto que denota insignificancia y sugiere aplicaciones prácticas para el lector, como identificar sus propios "zorros" y buscar refugio en la misericordia de Dios.