Este pasaje bíblico, extraído del Evangelio de Lucas, presenta una fuerte censura de Jesús contra la hipocresía de los fariseos y los doctores de la ley. Jesús condena su estricta observancia de rituales menores, como el diezmo de hierbas, mientras descuidan lo fundamental: el derecho y el amor de Dios. El texto enfatiza que la crítica no es por seguir las normas, sino por priorizar las apariencias y el reconocimiento público, e imponer cargas pesadas a otros que ellos mismos evitan llevar. En esencia, el mensaje es un llamado a la coherencia de vida, instando a que la fe se refleje en la justicia y el amor, en lugar de centrarse en la vanidad o la opresión.