Este pasaje evangélico, extraído de Lucas 5:33-39, presenta a Jesús confrontado por fariseos y escribas acerca de las prácticas de ayuno, contrastando a sus discípulos con los de Juan el Bautista. Jesús responde con la parábola del esposo, sugiriendo que la alegría de su presencia es como una boda, no un tiempo para ayunar. A continuación, introduce las parábolas del remiendo nuevo en ropa vieja y del vino nuevo en odres viejos, ilustrando que su mensaje es una renovación total que no puede ser contenida por las viejas estructuras. La reflexión posterior de Fray Anselmo subraya este choque de mentalidades, explicando que Jesús no condena el ayuno, sino la rigidez que no reconoce la gracia. La exégesis también aclara el significado cultural del esposo y los odres de cuero, y la resistencia humana al cambio, concluyendo con una invitación a la conversión total y a ser "odres nuevos" abiertos a la alegría y novedad del Evangelio.