En este capítulo nos encontramos con la importancia de aceptar que Jesús es el Hijo de Dios y dejarnos iluminar por Él, para que una vez recibamos el Espíritu Santo, podamos dejarnos transformar por su Amor.
En este capítulo nos encontramos con la importancia de aceptar que Jesús es el Hijo de Dios y dejarnos iluminar por Él, para que una vez recibamos el Espíritu Santo, podamos dejarnos transformar por su Amor.