Dios nos creó a Su propia imagen, para conocerlo, amarlo y participar de Su gozo. La buena vida no se encuentra en crear nuestro propio propósito sino en rendirnos ante el diseño de Dios y reflejar Su gloria.
Dios nos creó a Su propia imagen, para conocerlo, amarlo y participar de Su gozo. La buena vida no se encuentra en crear nuestro propio propósito sino en rendirnos ante el diseño de Dios y reflejar Su gloria.