Gran Canaria es un continente en miniatura. Su orografía, su clima, su flora y su fauna la convierten en un cofre del tesoro que necesita de tiempo, de calma, de tranquilidad para recorrerla. Tiempo para perderse en sus pueblecitos, sus parques naturales, sus playas de postal… Tiempo para detenerse a charlar con sus gentes que, créeme cuando te digo, que son un pueblo fascinante, un pueblo que ama su tierra y quiere compartirlo contigo a cada instante. 

Javier Monge