Una familia de corazón grande integra con mucho amor
"a las madres adolescentes,
a los niños sin padres,
a las mujeres solas que deben llevar adelante la educación de sus hijos,
a las personas con alguna discapacidad que requieren mucho afecto y cercanía,
a los jóvenes que luchan contra una adicción,
a los solteros, separados o viudos que sufren la soledad,
a los ancianos y enfermos que no reciben el apoyo de sus hijos,
«incluso los más desastrosos en las conductas de su vida».
La familia grande, "También puede ayudar a compensar las fragilidades de los padres, o detectar y denunciar a tiempo posibles situaciones de violencia o incluso de abuso sufridas por los niños, dándoles un amor sano y una tutela familiar cuando sus padres no pueden asegurarla." A. L.197