Inmaculada no había cumplido los 50 años cuando su médico le detectó un tumor inoperable, intratable e incurable. Cuando todo parecía perdido, le llegó la propuesta para participar en un ensayo clínico pionero en este tipo de tumores. Y a pesar del mal pronóstico inicial, consiguió salvar su vida. El de Inmaculada es solo uno de los ejemplos de los cientos de ensayos clínicos que se realizan en España cada año, y Marta Fernández explora la situación junto a Amelia Martín Uranga, directora del Departamento de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria y la responsable de la Plataforma Española Medicamentos Innovadores, y Juan Estévez, director de ensayos clínicos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.