Palabra de Dios: Amor por los amigos y de los amigos. 

“En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.” Proverbios 17:17

“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.” Proverbios 18:24

“Fieles son las heridas del amigo, pero engañosos los besos del enemigo.” Proverbios 27:6 LBLA

“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” Juan 15:12-13

Perlas: Hay mucha confusión en el mundo con respecto a muchas cosas, como por ¿Qué es un verdadero amigo? Las personas llaman amigos a aquellos que simplemente son sus conocidos, sus compañeros de trabajo, de escuela, de equipo, o peor aún, llaman amigos a sus seguidores de la redes sociales. Tan pronto leemos lo que Dios dice acerca de la amistad, la confusión termina. Si pasamos ese listado de nombres por el filtro de la Palabra, solo unos muy pocos obtendrían el honroso título: AMIGO.

Un verdadero amigo ama en todo tiempo, su amor es incondicional. Te sigue amando cuando caes, cuando te desvías del camino, cuando hay diferencias, cuando no piensas igual, cuando te equivocas, e incluso, cuando lo hieres… el verdadero amigo sigue amando. Te ama cuando todo está de maravillas en tu vida, y te ama cuando todo lo que has construido se viene abajo. Te ama cuando estás de buen humor y es super divertido estar junto a ti, y te sigue amando cuando ni tú mismo te soportas.

El regalo del amor de un amigo es tan enorme que Dios dice que un amigo es más que un hermano en el tiempo de angustia. Y esta virtud de la amistad solo puede ser probada cuando pasamos por tiempos de angustias. Este es el momento en el que se marca la diferencia entre los que se llaman amigos y los que realmente son tus amigos… desde la perspectiva de Dios y Su Palabra. Los tiempos de angustia son los tiempos para identificar y diferenciar a los amigos de los conocidos, y los amigos de los enemigos.

El amigo verdadero te ama tanto que te retará y hablará verdad, aunque te cause dolor escuchar esa verdad. Te ama tanto que no te dirá lo que quieres escuchar sino lo que necesitas escuchar. A esto se refiere que “fieles son las heridas del amigo”. Aquel que no es tu amigo no te hablará verdad, no se incomodará ni pondrá en riesgo la relación porque no le conviene por diferentes razones. Aquel que es tu amigo está dispuesto a soportar tu mala reacción, e incluso a perderte por un tiempo, porque sabe que Dios es fiel y respalda la verdad y la amistad verdadera.

El verdadero amigo está dispuesto a dar su vida. Esto quiere decir que un amigo de verdad estará dispuesto a sufrir pérdidas, a sacrificar tiempo, a estar allí para ti; está dispuesto a perdonar y a pedir perdón. Dispuesto a pagar el precio alto de permanecer fiel, y cumplir el llamado y la misión de ser un verdadero amigo. 

El amor de un verdadero amigo se probará con fuego, con los años, con la distancia, con los cambios de la vida. El amigo verdadero será probado fiel, será probado leal, será probado confiable… y nadie puede atribuirse estas características nadie ni decir que las tiene. Nadie puede decir “yo soy leal, yo soy fiel, o yo soy confiable”. No debes decir que eres leal, tienes que SER leal, y eso se comprueba con el tiempo y la vida misma.

El amor del verdadero amigo descansa y confía en Dios. No controla, ni demanda, ni manipula, al contrario, respeta, mantiene límites sanos, y permite que Dios sea Dios en su vida y en la vida de su amigo. Cuando la vida y las circunstancias los separan, el amor y la lealtad de los amigos permanecen intactos, y cuando se vuelven a encontrar, simplemente continúan la relación por donde la dejaron.