9 [Una vez resucitado Jesús, muy de mañana en el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena de la cual había echado siete demonios. 10 Ella fue y lo anunció a los que habían estado con él, que estaban tristes y lloraban. 11 Pero cuando ellos oyeron que estaba vivo y que había sido visto por ella, no lo creyeron.

12 Después apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo. 13 Ellos fueron y lo anunciaron a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron.

14 Luego apareció a los once cuando estaban sentados a la mesa, y les reprendió por su incredulidad y dureza de corazón porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.

15 Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. 16 El que cree y es bautizado será salvo; pero el que no cree será condenado. 17 Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, 18 tomarán serpientes en las manos, y si llegan a beber cosa venenosa no les dañará. Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.

19 Después que les habló, el Señor Jesús fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos salieron y predicaron en todas partes, actuando con ellos el Señor y confirmando la palabra con las señales que seguían.]

En este último capítulo, es interesante ver cómo los discípulos pasaron de un estado de shock, de terror y de confusión a una actitud valerosa y firme en su fe. Al principio no creyeron ni siquiera a los que ya habían visto a Jesús resucitado pero el Señor tuvo paciencia con ellos y Él mismo se les presentó para afirmar la fe de ellos.
Inmediatamente su fe fue fortalecida por las palabras del Señor indicándoles la necesidad de que enseñaran Su evangelio, o sea el mensaje de las buenas nuevas de salvación.
Aprendemos que es una decisión personal el aceptar o rechazar el bautismo en el nombre de Jesús pero si lo aceptas entrarás al camino de la salvación.
Y también vemos lo que Dios hizo va a hacer con aquellos que crean en su mensaje y permitan que el Señor los llene de su espíritu Santo. Dios les da autoridad para orar por los enfermos, reprender espíritus malos y librarlos del peligro. No está diciendo que hagan cosas peligrosas deliberadamente, sino que, en casos de peligro o cuando les quieran hacer daño el Señor los guardará.
Al final, vemos cómo ellos tomaron valor, y a donde quiera que iban las señales se manifestaban a medida que iban enseñando por todas partes.
Hoy en día hay muchos que buscan y siguen las señales, y se dejan impresionar por manipuladores que después decepcionan a las personas que pusieron la confianza en ellos.
Lo principal es poner la mirada y la confianza en Jesús, recibir la vida eterna que nos ofrece y recibir los milagros y prodigios como resultado de nuestra fe.

No importa si eres joven, adulto o anciano, si si ya recibiste el bautismo en el nombre de Jesús y has sido lleno del espíritu Santo, ponte a disposición del Señor para que te use poderosamente con autoridad para sanar enfermos, liberar a los que están cautivos, y restaurar vidas. Crean que realmente el Dios que adoramos y creemos es un Dios que todavía hace cosas extraordinarias y sobrenaturales.

Que el Señor escuche tu oración y te use poderosamente.

Gracias por habernos acompañado en esta hermosa experiencia de estudiar la palabra del señor juntos. Espero que te hayas edificado mucho y hayas crecido en el conocimiento de la palabra de Dios y en tu vida espiritual con él.
Continuemos estudiando la palabra de Dios con un nuevo libro del nuevo testamento el día de mañana.