Marcos 12:41-44 RVA2015:
Estando Jesús sentado frente al arca del tesoro, observaba cómo el pueblo echaba dinero en el arca. Muchos ricos echaban mucho, y una viuda pobre vino y echó dos monedas pequeñas de poco valor. Él llamó a sus discípulos y les dijo: —De cierto les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que echaron en el arca. Porque todos han echado de su abundancia; pero esta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento.
Una acción tan pequeña que tal vez muchos ni cuenta se dieron cuando esa viuda echó esas monedas en el cofre de las ofrendas del templo en Jerusalén, pero había uno que quedó impresionado con la acción de esta viuda y fue el Señor Jesús. La razón de esta viuda al echar esas monedas, el Señor explica que mientras que muchos daban de su abundancia, ella daba de su escasez, de el sacrificio que ella estaba haciendo. Esta viuda estaba realmente dando la ofrenda, no como obra de caridad, sino como una acción de fe, esperando recibir de Dios su bendición, pues realmente lo estaba entregando todo.
El Señor pone esto en mi corazón hoy para recordarte que no es en vano esos pequeños detalles que haces con tu familia. Nunca vayas a perder el fervor y la alegría que se siente cuando trabajas pensando en ellos, cuando entras a tu casa y ves a tus hijos y a tu familia que tienen un techo bajo su cabeza y vestimentas, gracias a tu esfuerzo. Tal vez no te ganes un premio Nobel o salgas en las noticias por hacer el esfuerzo de mantener tu familia, pero hay alguien que sí lo ve.
Hermana, cuando empacas el almuerzo a tu esposo y llevas años haciéndolo; créeme que hay un Dios que ve tu corazón y se agrada de cómo tú haces las cosas con cariño, aunque no tengas cámaras que registren tu labor.
Joven o jovencita, tal vez te sientas que no eres parte del grupo popular de la escuela porque no haces o practicas las cosas que están "trending" (de moda), pero hay un Dios que se alegra porque conoce tu corazón y porque te quieres guardar para Él, sin caer en prácticas peligrosas o vergonzosas que tú no puedes ver pero ellos sí, porque has aprendido agradar a Dios como lo hicieron Daniel y sus amigos, a pesar de que toda la sociedad se burlara de ellos y hasta querían hacerles daño, simplemente por hacer ellos una oración al Dios de los cielos.
Jesús miró la ofrenda de la viuda y vio que el valor de las monedas, ante los ojos de los hombres eran unos insignificantes centavos pero ante los ojos de Dios esta ofrenda era más valiosa que la que todos los demás pusieron en el templo. De la misma forma, el Señor sabe el valor de tu vida aunque la gente alrededor te menosprecie, especialmente porque tu vida es más valiosa que el oro.
Consideremos:
¿Te has sentido desvalorado últimamente y piensas que no haces cosas grandiosas?
¿Estás haciendo las cosas para agradar al ser humano o para agradar a Dios?
¿Reconoces que el Señor te ve con mucho valor?
No olvides leer todo el capítulo completo.
Que el Señor bendiga tu vida y te revele el verdadero valor de tu vida.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.