Desde sus esencias camperas, nunca abandonadas en su tránsito por el mundo urbano, recorre su vida desde la adolescencia, con originaria vocación por el dibujo, su derivación hacia la escultura, y luego su anclaje en la actuación como su oficio irrefrenable, existencial, para siempre. La charla transcurre con el encanto de su rica oratoria, de signo realista, y enfática en su raíz contestaria. Este gran actor argentino, adorador del teatro y baqueano del cine, triunfador también en España, habla del arte de la interpretación, pero también de la obra del actual Gobierno Nacional y de la que cultivan otros, los de la política chica.