Cuando sufrimos, tendemos a la confusión, y a incontables preguntas sobre por qué estamos pasando tal o cual situación, y hasta se nos olvida quiénes somos en Cristo y lo que se nos ha dado, que es inalterable. Ese recordatorio que hace el apóstol Pedro, de que somos parte del pueblo de Dios, sigue siendo y debe ser una fuente de consuelo y ánimo para los creyentes de hoy. Cerramos en este episodio con la parte sobre el fundamento de la primera carta del apóstol Pedro. Escucha aquí