El título de esta semana no sé a qué viene, la verdad. Es como si esas dos palabras hubieran estado toda la vida en mi cabeza, esperando el momento idóneo para salir, el momento decisivo, en el que todo cambiará.

Y ese momento es ahora, cuando se va a subir el episodio número 11 de la segunda temporada de un podcast que no le apetece a nadie: el presentador siempre viene con malas caras y enfadado; los colaboradores no dejan de repetir que están hasta los huevos de esto, pero que no pueden dejar de venir porque le tienen miedo a David, al que llaman "el puto loco"; Abrahán y el Rey de Logroño han decidido cambiar de teléfono y dirección para que nunca más les localicemos...

Y con el tema de los oyentes... el programa lleva cuatro semanas consecutivas con 0 oyentes... CERO!!!... bueno, no, cero no, eso es imposible....

En fin, que es sorprendente que un programa al que todos vienen sin ganas, y que tiene una audiencia que se podría calificar, como mínimo, de discreta, haya logrado aguantar hasta el episodio 11 de la segunda temporada... y lo que le queda... ¿cuánto le queda? ¿meses? ¿días? ¿años?...

Pero bueno, el episodio, gracioso, como siempre, sin quererlo, pero gracioso. Gracias a Fdez, que es un profesional del humor, y a Dimoni, que ha traído anfetas para todos.

Y... pues eso... que Gibraltar Marroquí.