Hemos comenzado la semana de la peor forma posible. David ha llegado al estudio cabreado por alguna mierda del curro, por lo visto el jefe le ha vuelto a decir que es un puto inútil y que se pasa las diez horas de jornada en la fábrica escaqueándose, escondiéndose detrás de las estanterías y fumando base de coca en los baños de tías mientras huele las papeleritas esas que suele haber al lado del váter.

Fdez le ha dicho que, si hace eso de verdad en el trabajo, es normal que le riñan, a lo que David ha respondido que se calle la puta boca que él tampoco hace nada en el programa, que le toca llevarlo todo a él solito, toda la responsabilidad de hacer un podcast recae sobre él. Entonces ha sido cuando la cosa se ha puesto chunga de verdad, a Fili y Dimoni les ha entrado la risa y le han comentado que, bueno, que tampoco es tanto curro eso del podcast, ¿no? Que, total, es quedar con los amigos y hablar de chorradas durante un rato y luego subirlo a Ivoox.

David se lo ha tomado como algo personal y se ha puesto a romper el mobiliario del estudio a patadas y cabezazos hasta que, uno de esos cabezazos, le ha dejado inconsciente en el suelo, mientras le daban unos espasmos raros en la pierna. En ese momento, Dimoni ha decidido comenzar a grabar el programa y… joder… ha sido increíble. Creemos que ha sido el mejor programa de la historia de Generación Random. Fili y Fdez han estado mordaces y llenos de chispa y Dimoni ha aportado ese toquecito científico-intelectual que lo equilibra todo y le da sentido a cualquier tema.

El Rey de Logroño ha llamado en directo para felicitar a David por el “programón” que se estaba marcando y por la brillante idea esa de pasarse el programa soltando gruñiditos y toses, sin articular palabras, como si se hubiera quedado subnormal o algo.

Abrahán nos ha comentado una cosa que nos ha marcado de tal forma que creemos que ya nunca volveremos a ser nosotros mismos.

En serio, ha sido espectacular.

Me cago en la puta mierda, joder.