Empezamos nuestro especial sobre las festividades locales de Vila-real, con semanas de retraso. Esto se grabó el lunes de fiestas, mientras un toro recorría las calles de nuestra preciosa ciudad, corneando a la peña y provocando el caos entre los asistentes al encierro.

El toro estaba cabreadísimo, por lo visto, había pasado seis horas metido dentro de una enorme caja de metal bajo el sol, no había comido nada en días y unos niños muy cabrones habían estado toda la mañana tirándole petardos en la caja. El astado, ávido de sangre humana, embestía a cualquiera que se le pusiera delante, hasta que llegó el Fili, que lleva metido hasta el fondo en esto de los "Bous al Carrer" desde que tenía 3 añitos y sabe cómo controlar a un toro cabreado.

Cuando Fili se acercó al toro, éste le miró con los ojos inyectados en sangre y empezó a rugir de ira, mientras le chorreaba una baba espesa y espumosa por la boca. Arrancó y aceleró rápidamente, bajó la cabeza para cornear a Fili pero, en ese momento, Fili abrió la palma de la mano y le pegó una ostia con la mano abierta al toro.

Lo mató de una ostia.

Y todo el pueblo pudo descansar tranquilo. Fili nos salvó de un toro cabrón y cabreado.