Hogares De Pacto Devocional

Génesis 30: Que todos vean que tú eres bendición


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Notas en Español e inglés 👇
Génesis 30: Que todos vean que tú eres bendición.

Génesis 30:27-36:
Labán le respondió: —Por favor, si he hallado gracia ante tus ojos… He visto que el SEÑOR me ha bendecido por tu causa. —Y añadió—: Señálame tu salario, y yo te lo pagaré.
Él respondió: —Tú sabes cómo he trabajado para ti y cómo ha estado tu ganado conmigo. Pues poco tenías antes de que yo viniera, y ha crecido abundantemente. El SEÑOR te ha bendecido con mi llegada. Ahora, ¿cuándo he de trabajar yo también por mi propia casa?
Él le preguntó: —¿Qué te daré?
Jacob respondió: —No me des nada. Pero si haces para mí lo siguiente, volveré a apacentar y a cuidar tus ovejas: Yo pasaré hoy en medio de todo tu rebaño, poniendo aparte toda oveja pintada o salpicada de diversos colores y todo cordero de color oscuro entre las ovejas; y de entre las cabras las salpicadas de diversos colores y las pintadas. Eso será mi salario. Así será constatada mi honradez en el futuro, cuando tomes en cuenta mi salario: Toda cabra que no sea pintada o salpicada y toda oveja que no sea de color oscuro, que esté conmigo, será considerada como robada.
Labán dijo: —¡Bien! Que sea como tú dices.
Aquel día Labán apartó los machos cabríos listados o pintados, todas las cabras pintadas o salpicadas de diversos colores, todo lo que tenía en sí algo de blanco y todos los corderos de color oscuro; y los entregó en manos de sus hijos. Estableció una distancia de unos tres días de camino entre sí y Jacob, pero Jacob debía apacentar las otras ovejas de Labán.


Jacob era un hombre trabajador, persistente y entregado a sus objetivos; también era creativo y tomaba iniciativa. Su forma de trabajar dio frutos, y su suegro lo convenció para que todavía no se fuera de su casa, pues Jacob ya había sentido en su corazón volver a casa.
La razón por la que Labán no lo dejó ir fue porque él veía cómo Dios lo bendecía por medio de Jacob. Jacob era el encargado de sus rebaños; y con cada oveja o cordero, cabra o macho cabrío era la forma en que se medía las riquezas. Ellos se multiplicaban bien en la mano de Jacob y eran bien cuidados.
Tal vez pienses que Jacob hacía trucos para aumentar sus propios rebaños, pero realmente era la gracia y el poder de Dios que bendecía todo lo que Jacob hacía.
Este buen ejemplo de trabajo duro y dedicado nos debe inspirar a seguir. No el de tratar de engañar o ser astuto en los negocios, pero sí en la dedicación y en la forma en que Jacob ponía en sus objetivos, enfocado en su labor de hacer bien las cosas, siendo responsable de sus labores y solucionando cualquier problema que surgiera en el camino.
Mañana vamos a saber más sobre la forma en que Jacob se esforzaba día y noche, en calor y en frío, y pagando los daños ocasionados accidentalmente.

Considera el ejemplo de Jacob, que era visto como una bendición en su lugar de trabajo, en vez de ser carga. Que tu jefe o los compañeros de trabajo o tus empleados puedan ver que tú eres diferente, que traes un ambiente positivamente diferente a la empresa, que es más agradable trabajar contigo, que se vea el progreso a donde llegues a trabajar.
Es importante que hagamos nuestra labor con ética, honestidad, integridad. El apóstol Pablo nos aconsejó que trabajemos siempre pensando que lo hacemos para el Señor y no para nuestro jefe o supervisor. Hazlo como trabajando para Dios.
Efesios 6:5-8 dice: “Siervos, obedezcan a los que son sus amos en la tierra con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como a Cristo; no sirviendo solo cuando se les esté mirando, como los que quieren quedar bien con los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios con ánimo. Sirvan de buena voluntad, como al Señor, no como a los hombres, sabiendo que el bien que haga cada uno eso recibirá de parte del Señor, sea siervo o libre.”

Sé un buen testimonio de un verdadero cristiano con tus...
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