Notas en Español e inglés 👇
Génesis 40: Persevera y sirve para que tu sueño se cumpla.

Génesis 40:6-23:
Por la mañana José vino a ellos y los vio, y he aquí que ellos estaban tristes. Preguntó a los funcionarios del faraón que estaban con él bajo custodia en la casa de su señor, diciendo: —¿Por qué hoy están tristes sus caras?
Ellos le dijeron: —Hemos tenido un sueño, y no hay quien nos lo interprete.
Entonces José les dijo: —¿Acaso no son de Dios las interpretaciones? Cuéntenmelo, por favor.
Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a José, diciendo: —En mi sueño veía delante de mí una vid. En la vid había tres ramas. Parecía que ella brotaba, florecía y sus racimos de uvas maduraban. La copa del faraón estaba en mi mano, y yo tomaba las uvas, las exprimía en la copa del faraón y ponía la copa en la mano del faraón.
Y José le respondió: —Esta es su interpretación: Las tres ramas son tres días. Dentro de tres días el faraón te hará levantar cabeza y te restituirá a tu puesto. Volverás a poner la copa en la mano del faraón, como solías hacerlo anteriormente, cuando eras su copero. Pero cuando te vaya bien, acuérdate tú de mí. Por favor, actúa con misericordia para conmigo; haz mención de mí al faraón y hazme sacar de esta casa. Porque yo fui secuestrado de la tierra de los hebreos, y nada he hecho aquí para que me pusieran en la cárcel.
Viendo el jefe de los panaderos que la interpretación había sido favorable, dijo a José: —También yo soñaba que había tres cestas de pan blanco sobre mi cabeza. En la cesta superior había toda clase de manjares de pastelería para el faraón, pero las aves se los comían de la cesta que estaba sobre mi cabeza.
Entonces José respondió: —Esta es su interpretación: Las tres cestas son tres días. Dentro de tres días el faraón quitará tu cabeza de encima de ti. Te hará colgar en la horca, y las aves comerán tus carnes.
Y sucedió que al tercer día fue el cumpleaños del faraón, y él dio un banquete a todos sus servidores. Entonces levantó la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos, en medio de sus servidores. Al jefe de los coperos lo restituyó en su cargo de copero, y este volvió a poner la copa en la mano del faraón. Pero hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como José les había interpretado. Sin embargo, el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él.


José estaba en la cárcel injustamente. A pesar de eso, el Señor lo bendijo grandemente, al punto que llegó a ser el administrador de la cárcel.
José continuó siendo el mismo, trabajando con honestidad y dedicación. Siguió siendo fiel al Señor con su testimonio, confiando en la soberanía de Dios sobre su vida. Esa perseverancia permitió que José ejercitara más ese don que Dios le había dado. Él no solo tenía sueños proféticos, sino que también Dios le dio el don de interpretación de sueños. José clamó a Dios, y Dios le mostró el significado de los sueños del jefe de los panaderos y el jefe de los coperos. José se convirtió en un instrumento del Señor en medio de su difícil situación, en la injusticia y la privación de su derecho de libertad.

Este es un gran ejemplo a seguir. Seamos fieles al Señor en las injusticias, en los momentos difíciles. José estaba incómodo y deseaba salir pronto. Inclusive rogó al jefe de los coperos que intercediera por él ante el faraón cuando se fuera pero él se olvidó de José cuando se cumplió el sueño, y José tuvo que pasar más años en la cárcel esperando que el Señor cumpliera su sueño. ¡Imagínate ver los sueños de otros cumplirse pero no el tuyo! Esa frustración y lágrimas de desespero Dios las escuchó, pero José tuvo que vivir unos años más de encierro y sometido a la fuerza a trabajos que no había escogido.
No te desesperes. Sigue sirviendo al Señor, ayuda a otros a que sus sueños se cumplan y no dañes tu corazón con sentimientos de desánimo, envidia o arrogancia. No...