Hay semanas que las sesiones de Gladys persiguen casi una misión poética. Podríamos decir que el fin último consiste en alterar los estados de ánimo a base de músicas insinuantes, muchas de ellas de nueva creación, con las que superar achaques o disimular desvaríos. Y es que en Radio Gladys Palmera reivindicamos la bohemia, una palabra en desuso, que practican aún algunos fieles que viven la noche a tientas y el día a ciegas. Para esos seres que renuncian a ser idénticos, que no esconden sus cicatrices pero que tampoco las exhiben como medallas, aquí va nuestro homenaje.