Suecia no esperó la llegada en su tierra gélida del cubanísimo Bebo Valdés para interesarse en la música tropical. Desde los años 30, Marie Claire y sus Trubadores (sic), Göran Lindberg, Svend Asmussen, Ulla Billquist, Tobis o Emil Iwring, fueron algunos de los que hicieron bailar a todo Estocolmo al ritmo de la rumba, el mambo, la samba y el cha cha chá. Nada más bello y exótico que una palmera bajo la nieve.