Existen
palabras en todas las lenguas que en su origen debieron recalentar
los limitados cerebros de nuestros antepasados. No es lo mismo
definir un objeto palpable y visual que acotar sentimientos y
pasiones a cinco o seis letras. La emoción, el aumento de la
temperatura, la ambición, el éxito o el simple entretenimiento son
algunas de las reacciones químicas que puede producir esta sesión.
En este caso, doce letras apretadas se acercan al concepto:
Satisfaction.