Las sesiones de Gladys Palmera tienen mejores efectos en el bienestar del alma que una sesión de reiki, yukido y cualquier otra terapia de sanación con energía. En el fondo, la música (la buena, la emocionante) corrige cualquier malestar y el baile (tanto apretado como suelto) arregla hasta el más sofocante de los males. Esta teoría no está validada por ninguna universidad pero ni falta que hace.