- Distinción Funcional: David K. Bernard distingue entre las lenguas en Hechos (señal inicial de recepción del Espíritu) y las de Corintios (un don espiritual para adoración y edificación congregacional, ejercido por creyentes ya bautizados en el Espíritu).
- Valor y Regulación: Pablo no suprime el don, afirmando "Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros" (1 Corintios 14:18) y "no impidáis el hablar en lenguas" (1 Corintios 14:39). Sin embargo, exige que "todo se haga para edificación" (1 Corintios 14:26) y que en público sea acompañado de interpretación para que sea equivalente a la profecía (1 Corintios 14:5).
Pablo cita Isaías 28:11-12, concluyendo: "Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos" (1 Corintios 14:22).
- Interpretación de la "Señal": El efecto de la señal es paradójico. Las lenguas ininteligibles y sin interpretar en una asamblea pública se convierten en una señal negativa de confusión para los incrédulos (1 Corintios 14:23). Sin embargo, las lenguas inteligibles (Hechos 2) o interpretadas se convierten en una señal positiva del poder sobrenatural de Dios, reforzando la edificación y el orden.
En los siglos post-apostólicos, los dones espirituales continuaron siendo reconocidos.
- Ireneo de Lyon (c. 130-202): Testificó explícitamente la continuación de los dones: "Así también oímos a muchos hermanos en la Iglesia que poseen dones proféticos, y que por el Espíritu hablan toda clase de lenguas... y manifiestan los secretos de los hombres para la utilidad común".
- Celso (s. II): El filósofo pagano describió a cristianos pronunciando "expresiones incomprensibles, incoherentes y totalmente oscuras", lo que podría ser una descripción externa de glosolalia extática.
- Montanismo (s. II): Un movimiento que enfatizaba la profecía extática, aunque el debate sobre si incluía glosolalia en el sentido moderno persiste, demuestra una fuerte corriente carismática.
- Tertuliano (c. 155-240): Defendió la vigencia de los dones, desafiando a Marción a producir dones como la profecía y la interpretación de lenguas.
- Declive en el Discurso Dominante: Hacia finales del siglo IV y principios del V, figuras como Juan Crisóstomo y Agustín de Hipona comenzaron a ver estos dones como pertenecientes al pasado. Agustín reinterpretó el don, transfiriéndolo del individuo a la institución, argumentando que la Iglesia universal, al predicar el evangelio en todos los idiomas, era ahora la manifestación corporativa del don de Pentecostés.
- Anabaptistas (s. XVI): El ala "inspiracionista" del movimiento documenta profecía, sanidades y glosolalia, aunque estas prácticas fueron a menudo reprimidas debido a excesos como los de Münster. Esto demuestra que las manifestaciones carismáticas a menudo surgen en los márgenes de la ortodoxia establecida.
- Los Profetas del Cévennes (Camisards, fines del s. XVII): Protestantes hugonotes en Francia experimentaron un avivamiento con trances extáticos, profecías y glosolalia, incluso niños incultos profetizando en francés elocuente.
- Los Jansenistas (s. XVIII): Los "Convulsionarios de Saint-Médard" experimentaron fenómenos extáticos, incluyendo convulsiones, sanidades y la capacidad de entender o hablar lenguas no aprendidas.
- Pietistas y Moravos: Hay informes de críticos que se burlaban de los moravos por una "jerga inconexa" durante sus reuniones, lo que podría referirse a la glosolalia.
- El Avivamiento Metodista: John Wesley, aunque no un cesacionista estricto, creía que los dones habían disminuido. Las reuniones metodistas se caracterizaron por manifestaciones físicas intensas, a menudo no distinguidas de la glosolalia por los observadores.
- Los Irvingitas (década de 1830): La congregación de Edward Irving en Londres experimentó un avivamiento carismático con hablar en lenguas y profecía, llevando a la formación de la Iglesia Católica Apostólica.