No pueden gobernar sus pensamientos, y ningún ser humano lo ha hecho jamás, sin gobernar sus sentimientos, porque estos destellarán antes de que su pensamiento tenga oportunidad de actuar.
No pueden gobernar sus pensamientos, y ningún ser humano lo ha hecho jamás, sin gobernar sus sentimientos, porque estos destellarán antes de que su pensamiento tenga oportunidad de actuar.