Presentador: Nathaniel Adams

C.S. Lewis dijo: «El orgullo conduce a cualquier otro vicio. Es el completo estado anti-Dios de la mente».

El orgullo -el sentido de derecho, la creencia de que merecemos más de lo que tenemos- es la contrapartida directa de la autocompasión.

Cuando estamos en sus garras, la autocompasión nos lleva a creernos héroes o víctimas de nuestras circunstancias, en lugar de reconocer que podemos elegir ser vencedores. La autocompasión, cuando se concibe, da a luz a la lujuria. Pero la gratitud es el remedio. La gratitud mata la autocompasión y alinea nuestros corazones con Dios.