La única manera de vivir el reino de Dios en su potencia más grande es dárselo todo a Él. No importa donde sea o cuanto das, Él siempre te devuelve. No es lo que traes sino el corazón con que lo traes lo que hace la diferencia.
La única manera de vivir el reino de Dios en su potencia más grande es dárselo todo a Él. No importa donde sea o cuanto das, Él siempre te devuelve. No es lo que traes sino el corazón con que lo traes lo que hace la diferencia.