La obra de John Carpenter, más allá de ser un clásico del cine de terror y un tótem dentro del subgénero slasher, es además una alegoría de nuestros martirios personales y una invitación a la reflexión sobre la maldad y su origen. Vladímir Putin, trastornos de ansiedad y comportamientos poco adecuados en gimnasios. Arrancamos.