Hay días de relámpagos, días que aterrorizan... Pero el sol siempre sale después de la tormenta y es que, al igual que nosotros, el cielo necesita llorar de vez en cuando.
Hay días de relámpagos, días que aterrorizan... Pero el sol siempre sale después de la tormenta y es que, al igual que nosotros, el cielo necesita llorar de vez en cuando.