ROCK en Ingles

HELLOWEEN - Gambling With The Devil 2007.


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Prepárate y agárrate los machos porque los germanos vienen en esta ocasión algo malvados y con un puntito salvaje. Haciendo honor al título de su nuevo disco, “Gambling with the devil”, da la impresión de que las calabazas se han ido a dar una vuelta por el infierno, lo han puesto todo patas arriba, se han reído del diablo y le han robado unas guitarras y unos temas que, sin perder en ningún momento la filosofía musical de la banda en los últimos tiempos, tienen algo más de rabia de lo habitual.
El disco, en ese aspecto, sorprende. Pero no os asustéis. No es un disco oscuro como lo pudo ser en ciertos momentos “The Dark Ride” sino que se encuentra repleto de ese color “calabaza” de estructuras rápidamente reconocibles, de temas accesibles en una primera escucha y provenientes de todas las etapas del grupo, a las que les han añadido, por aquí, por allá, un toque malévolo y contundente.
A las voces, nuestro querido showman Andi Deris cada vez está mejor y, en este disco, se podría decir que no falla una. Tanto dentro como fuera de su característico registro está enorme. Nos hace pasar de la rabia a la épica en un momento para después convertirlo en pura diversión.
Genial está Deris, pero el resto de la banda no se queda a la zaga. Mientras toda la sección rítmica y especialmente la batería, se explayan a gusto para darle una gran fuerza y presencia, las guitarras se lucen con un sonido muy heavy en todo el álbum y técnicamente impecable.
Comenzamos la escucha y nos atrae irremediablemente la voz seductoramente diabólica de Biff Byford. Todo un acierto doblarla para darle más misterio a su penetrante y especial timbre agudo que nos invita a apostarnos la ruleta contra el mismísimo diablo. Aceptamos el reto y le damos vueltas a la ruleta… El primer resultado nos da de pleno con una de las composiciones más rabiosas que ha hecho Helloween. “Kill It” es un tema salvaje que a muchos recordará a aquel memorable “Push” pero que presenta mucha más contundencia en su estribillo. Impactante comienzo.
Mientras nos seguimos adentrando en “Gambling with the devil” nos vamos encontrando con retazos de lo antes comentado mientras que el grupo nos intercala temas como “The Saints”, una composición típica del grupo que se parece, pero supera en calidad, a aquel “The Tune”. Entra tan bien como lo hace el hit single “As Long As I Fall”, con una melodía de teclado muy cercana a “If I Could Fly” sin llegar a la genialidad de aquella y un estribillo muy pegadizo. Sorprende su estupenda sección instrumental a mitad del tema y se pega en seguida. Un buen bis de concierto.
Tras el single, el tándem que forma los 4 próximos temas es, simplemente, una maravilla. El grupo encadena cuatro temas llenos de sentimiento y potencia, con unos estribillos realmente inspirados cada uno en su propia estructura. Momentos como este justifican por si solos la compra de “Gambling with the devil”.
“Paint a new world” y “The Bells of the Seven Hells” siguen la línea contundente y agresiva marcada por “Kill It”, sobre todo en el caso del segundo corte mencionado, mucho más diabólico y cuyo comienzo y desarrollo bien podrían haber sido sacados de un disco del trío liderado por Peavy Wagner, Rage. El primero es, para un servidor, el tema estrella del disco. Una gran canción, que nos recuerda a los Helloween más inspirados de las etapas tempranas en la incorporación de Andi Deris a las cuerdas vocales. Todo encaja en este tema.
Por otro lado, e intercaladas a las anteriores nos encontramos con “Final Fortune”, un tema muy Helloween, con una línea de teclado muy pegadiza y con uno de esos estribillos que se van retroalimentando para llegar a un cenit realmente placentero, y “Falling to Pieces”. Éste tema tiene un comienzo que te dice en seguida que te encuentras ante un tema especial donde, sin perder las formas, Andi nos regala una canción muy melancólica y con mucho sentimiento.
Tras esta genialidad surgen dos temas que deslucen un poco lo que estaba siendo un gran disco. Si bien “I.M.E.”, con su estructura más de medio tiempo progresivo, tiene un aire macarra interesante, no acaba de lograr su objetivo y, por si fuera poco acaba excesivamente pronto. Le pasa algo parecido que al siguiente corte, “Can Do It”, donde la intención de ofrecer un momento de neta diversión al más puro estilo de las calabazas se ve truncada por un tema excesivamente simple y casi algo infantil o inmaduro y en el que, además, no existe compenetración alguna entre la banda.
Recuperarnos de este golpe requiere de algo que sea tremendamente efectivo y quizás, inconscientemente, el grupo nos ofrece para acabar dos temas muy clásicos, donde, sobre todo en “Dreambound” las guitarras provienen directamente de los siempre recordados Keepers of the Seven Keys y, sin grandes alardes, consiguen hacernos olvidar el mal trago previo. “Heaven Tell No Lies”, que completa el plástico, es uno de esos temas que ganan con las escuchas y que, como le pasaba a “Midnight Sun”, pueden sufrir un injusto trato al encontrarse al final del disco. Pero nada más lejos de la realidad. Es un gran tema que merece un reconocimiento a la altura del comentado clásico de la banda y que el tiempo colocará en su lugar.
En definitiva, un gran disco donde nos encontramos a unos Helloween mucho más centrados y compactos que en su anterior álbum “Keeper of the Seven Keys – The Legacy” y que supera en mucho la calidad de “Rabbit don’t come easy”. Tras tanto movimiento de formación, la adaptación de Sascha Gerstner es un hecho y, junto a Dani Loblë, parece que volvemos a tener a unos Helloween mucho más estables, es decir, a un grupo al completo.
Un aperitivo de lujo para una de las giras que probablemente más recuerdo creen de entre todas las que han efectuado las calabazas pues, traerse consigo a Kai Hansen y los suyos es algo que muchos ni hubiéramos imaginado… Ya queda poco…
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ROCK en InglesBy Starly