¿Te has sentido como si todo marchara bien… y de repente estás luchando por mantenerte a flote? La vida, como un paseo en kayak, puede llenarse de “agujeros” —heridas del pasado, falta de perdón o cansancio emocional— que hacen difícil seguir remando. Pero Dios no te dejó solo en medio del proceso. Él te enseña a encontrar contentamiento, madurez y fe incluso cuando el peso parece demasiado.

En este mensaje descubrirás cómo mantener tu corazón firme, cómo disfrutar el proceso que Dios usa para transformarte y cómo rodearte de personas que te ayuden a avanzar.

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