En un universo alternativo de Ao no Exorcist, Rin Okumura nunca descubre que es hijo de Satanás, y en cambio, es un joven que crece en un monasterio en la remota zona montañosa de Japón. Criado por monjes budistas, Rin se entrena en artes espirituales y exorcismo desde temprana edad. A pesar de sus esfuerzos, no logra evitar una sensación persistente de vacío, como si algo fundamental le faltara.