Inmediatamente después y en lo que debe ser el peritaje más rápido y efectivo de la historia, en el teatro de Texas, fue arrestado Lee Harvey Oswald, un ex fotógrafo militar, que trabajaba en el edificio del depósito de libros de la plaza Dealey; mientras disfrutaba de una película y solamente bajo el cargo del asesinato del oficial Tippit. Eran las 13:50 h, solo 80 minutos después de los disparos al presidente Kennedy.