“Galeano decía que los bebés cuando nacen aletean en busca del abrazo humano. Y los viejos, cuando están cercanos a morir, también aletean en busca de un abrazo. Entre el primer aleteo y el último transcurre el viaje: en eso consiste la vida”. Más allá de la belleza poética de Galeano, le daría el siguiente significado: la vida es un milagro y la muerte un misterio. Lo que yo quisiera, en términos futbolísticos y por razones de edad es jugar tiempo complementario, no quiero llegar a los penales. Los penales son el momento en que la vida pasa a ser una carga. Me gustaría que en mi último aleteo aquellos dijeran: fue amigo de sus amigos y adversario de sus adversarios”.