En este capitulo podemos concluir que Cristo Jesús vino para no solamente salvar nos de una condenación insoportable para toda la eternidad, sino para también destruir el poder del poder del pecado ya en nuestras vidas.
En este capitulo podemos concluir que Cristo Jesús vino para no solamente salvar nos de una condenación insoportable para toda la eternidad, sino para también destruir el poder del poder del pecado ya en nuestras vidas.