Dios nos ha hecho a cada uno de nosotros personas de influencia; cada Creyente, cada Cristiano debe de ser una persona de influencia en su familia, lugar de trabajo, profesión, vecindario y en su circulo de relaciones.
Dios nos ha hecho a cada uno de nosotros personas de influencia; cada Creyente, cada Cristiano debe de ser una persona de influencia en su familia, lugar de trabajo, profesión, vecindario y en su circulo de relaciones.