Dicen que las influencias musicales comienzan en el vientre de la madre, pero se manifiestan por primera vez en el salón de casa. Allí es cuando sentimos que eso que suena a nuestro alrededor nos provoca sonrisas y sentimientos. Es la marca con la que seguiremos por la vida. Más tarde, si nos dedicamos a la música, habrá profundidad en esas influencias y llegarán otras provocadas por la admiración hacia el arte mismo.
Roberto Fonseca busca en el baúl de los recuerdos aquellos músicos y canciones que lo marcaron, aquellos temas que lo conmueven y cuyas letras es capaz de recitar de memoria. Todos son clásicos, sin duda, ligados a momentos inolvidables de la vida.