De todos es conocido que la construcción ha sido un sector referente en las islas y que a lo largo de los últimos dos años, años 'pandémicos', fue uno de los pocos motores económicos que siguieron soportando parte de la economía regional generando empleo, aunque sin los niveles de antes de 2019. Sin embargo, la situación ahora, pese a las opciones de obra pública, el aumento de los materiales (importados en su mayoría) hacen imposible continuar con los proyectos, salvo revisión de precios.