El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba persiste en impedir el desarrollo del país en cualquier ámbito posible y destruir la Revolución.
La importación de piezas para la reparación y funcionamiento de las despulpadoras durante la cosecha de café constituye un ejemplo de los daños sufridos por este flagelo. No obstante, el ingenio y dedicación de los trabajadores en estas entidades, son un arma real para palear los terribles efectos de estas injustas medidas.
A través del periodista Geovanis Ramirez Rojas, tenemos detalles en el siguiente reporte.